La televisión estatal española, TVE, organiza, con alguna frecuencia, un interesante programa, en vivo, en el que somete a personajes políticos, sindicales, empresariales, entre otros, a las preguntas de los ciudadanos. El aspecto fundamental es que los personajes no conocen ni quienes les harán las preguntas ni que pregunta le harán, con lo que no hay forma de que preparen sus respuestas.
El programa, cada vez que se realiza, es un éxito de audiencia y las preguntas, muchas veces desnudan al interrogado, respecto a su falta de sintonía con los ciudadanos. En uno de los primeros, el interrogado era el Presidente Rodríguez Zapatero. Una de las preguntas que lo sorprendió y que no respondió adecuadamente fue ¿Sabe Ud. lo que cuesta una taza de café? El Presidente se quedó corto en su respuesta, revelando su desconocimiento del costo de la vida para asuntos cotidianos del ciudadano común.
En otro programa, con el jefe del principal partido de oposición, una Señora le preguntó ¿Cuál es su salario Sr. Rajoy? Después de balbucear por un momento, lanzó una evasiva, algo como que su salario era superior al de la persona que lo interrogaba, que no dejó satisfecho al auditorio.
El último, realizado hace un par de días, sometió a interrogatorio al líder de las cámaras empresariales y a los Secretarios Generales de los dos principales sindicatos. Al final, uno de éstos reconoció que el programa lo había impresionado y que no era un asunto sencillo someterse al escrutinio ciudadano sin preparación alguna.
En las actuales circunstancias, sería extraordinario poder realizar algo similar con los candidatos presidenciales en nuestro país y superar los encorsetados y preparados debates “light” que nos ofrecen los medios.
Ahí dejo la idea, si alguien la toma, me gustaría ser uno de los ciudadanos que interroga.
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