Tuesday, May 20, 2008

Internet, velocidad, precios y servicios

Para los usuarios de banda ancha del ICE, todo parece estar estancado. Desde el último ajuste de tarifas y velocidades, ocurrido hace muchos meses, siglos en términos del progreso tecnológico, no ha vuelto a pasar nada. Lo preocupante es que detenerse, en términos de internet, significa ir en retroceso, ya que los avances en esta materia ocurren día a día, con una velocidad pasmosa.

La velocidad básica que ofrece el ICE mediante su programa bautizado con el pomposo y engañoso nombre de Acelera, es de apenas 256 kbps y un acceso de 512 kbps, teóricos por supuesto, cuesta de 25 dólares estadounidenses. Acceder a velocidades superiores, para un usuario a domicilio, como es el caso de muchos de los usuarios, es prohibitivo. Por ejemplo, una velocidad de 2 Megas, considerada básica en países como España, cuesta 62 dólares y una de 4 megas cuesta 169 dólares.

Esas tarifas solo le dan al usuario servicio de internet, incluidas cuentas de correo electrónico de muy limitada capacidad, a diferencia de lo que ocurre en otras latitudes, adonde el usuario no solo recibe acceso a internet, sino que puede acceder a paquetes que incluyen todas sus llamadas telefónicas y otros servicios.

Supongo que a nivel de las empresas, el servicio de internet es un problema a considerar, ya que las velocidades máximas a las que pueden aspirar, siguen siendo limitadas.

Como mencioné antes, en temas como las telecomunicaciones, detenerse es retroceder, por lo que los usuarios esperamos cambios positivos en éstos servicios. Como costarricense preferiría comprar ese servicio a una empresa propia y pública, como el ICE, pero si con la aprobación de la nueva ley de telecomunicaciones y la aparición de nuevos oferentes, es posible acceder a más y mejores servicios de otras empresas, difícilmente se puede esperar que los clientes sean leales con el ICE, en su propio perjuicio. El reto del ICE es ofrecer más y mejores servicios y debe hacerlo pronto, antes de que lo hagan nuevos competidores. Ahora los usuarios tendremos la opción de escoger.

Wednesday, May 07, 2008

El Gobierno, los casinos y los juegos de azar

Ante la amenaza de la posible instalación de un casino en San José, perteneciente a una cadena de casinos propiedad de ciudadanos rusos, aparentemente de dudosa reputación, el gobierno se apresuró a emitir cuatro decretos y una directriz, regulando, entre otras cosas, la ubicación, el acceso público y los horarios de operación de todos los casinos, restringiendo su operación a 8 horas diarias. Además, le impide a los casinos ofrecer a sus clientes atenciones, como bebidas alcohólicas gratis.

No soy aficionado a los juegos de azar, las probabilidades de ganar siempre están en contra del jugador, así que nunca he arriesgado mis reales en un casino. Lo que no me gusta es que el gobierno meta sus narices en las actividades privadas de los ciudadanos, restringiendo así sus libertades, con el pretexto de proteger a esos ciudadanos de sus debilidades humanas.

Además, me parece hipócrita que un gobierno que no solo promueve o permite los juegos de azar, sino que descarga parte de su responsabilidad social en la institución encargada de las loterías nacionales, imponga restricciones a quienes quieran participar en los juegos de azar que ofrecen los casinos. Más hipócrita aún, es prohibirle a los casinos regalar bebidas alcohólicas, teniendo el gobierno su propia fábrica de licores, actividad que fue monopolio oficial por muchos años.

Según la Constitución, a partir de los 18 años somos ciudadanos de pleno derecho, por lo que me parece que no necesitamos un papá estado que nos diga que hacer y que no, mucho menos en temas de índole tan privada como si participamos en juegos de azar, aparte de las loterías públicas, o si consumimos las bebidas alcohólicas que nos ofrecen los casinos, con el fin de inducirnos a jugar nuestro dinero con las probabilidades en contra, aunque éstas sean mucho mayores que las que tenemos cuando jugamos la lotería pública y legal.

Friday, May 02, 2008

La Ministra, la Moscarelli y la Mafia

La Ministra, la Moscarelli y la Mafia

En los últimos días de ha dicho y se ha escrito mucho sobre la relación entre la nueva Ministra de seguridad y la Sra. Moscarelli y entre ésta e inversionistas italianos vinculados financieramente a la mafia.

Hasta donde yo entiendo, nadie ha afirmado que exista relación alguna entre la Sra. Ministra y la mafia, solamente se ha documentado una estrecha relación entre la Ministra y la Moscarelli. No obstante, las supuestas aclaraciones de la Sra. Del Vecchio se han concentrado en negar que ella tuviera conocimiento de las relaciones entre los inversionistas italianos asociados a la mafia y su amiga, la Moscarelli. Así que yo no veo razón alguna para atacar a la ministra por ese flanco, me parece que la artillería de la prensa, y probablemente la del PAC, están disparando lejos del blanco.

A mí lo que no me huele bien es la relación entre las señoras, relación que la ministra califica de profesional, pero que tiene tintes de ser mucho más que eso. Es completamente normal que una embajadora intente facilitarle las cosas a un potencial inversionista y que con ese propósito, escriba una nota de presentación a otras autoridades del gobierno. Lo que ya no huele tan bien es que la embajadora, al abandonar su cargo, le venda un vehículo a la Sra. Moscarelli, ocupe una de sus casa de forma gratuita, acepte trabajar, junto con su esposo, en una de las empresas de la inversionista, recibiendo un salario nada despreciable y además, le compre a su patrona o amiga, un bien, que al vender, le generaría unos treinta y pico de millones de colones de ganancia, según las cifras publicadas por La Nación de ayer (http://www.nacion.com/ln_ee/2008/mayo/01/pais1519886.html).

No sé cómo llamarlo, pero esa relación tiene cara de intercambio de favores entre una inversionista y una funcionaria o ex funcionaria pública. No sé si es solo una percepción, como sugirió la ministra con respecto a la inseguridad, o es un asunto cierto, como dijo el Presidente, refiriéndose al mismo tema.