Saturday, September 08, 2007

Los hombres del Presidente

Los hombres del Presidente

Jorge Camacho Sandoval

El famoso memorándum del Vicepresidente y del primo del Presidente no contiene ninguna novedad, propone una estrategia para alcanzar objetivos políticos, con relación a un tema concreto, ganar el referéndum sobre el TLC. No es la primera vez que una estrategia de gobierno, planteada en términos crudos y cínicos, se hace pública. Seguramente la más famosa de todas, convertida en obra literaria, es El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo. Por lo visto, los hombres del Presidente, que seguramente la habrán estudiado, no lograron captar su esencia, a la vista de las torpezas cometidas.

La estrategia del miedo, por ejemplo, que no calza con el precepto del florentino de que “es mejor ganar la confianza de la gente que confiar en la fuerza”, ha sido utilizada tanto por los del SI, como por los del NO, basta con mencionar el argumento de la pérdida de empleos o la destrucción de la Caja Costarricense del Seguro Social que esgrimen unos y otros. Es decir, que si no somos hipócritas, debemos reconocer, que tirios y troyanos utilizan estrategias similares para lograr sus objetivos políticos. Como digo a mis estudiantes, copiar en un examen puede ser parte de la estrategia para aprobar el curso, pero se debe pagar el precio si te pillan. En otras palabras, las estrategias propuestas en el memorándum de marras no son ninguna novedad en el arsenal de la lucha de los grupos de interés, políticos y sindicatos para poner dos ejemplos, el problema aquí, fue que los autores cayeron con las manos en la masa y deben pagar el precio.

Estrategias como el miedo, el uso de recursos públicos para doblar voluntades, el “marketing” político, la manipulación mediática, entre otras, a pesar de ser deplorables y eticamente inaceptables, no son nuevas, desgraciadamente, y quizás por eso no sorprenda su utilización. Lo que si sorprende es la chapucería de los hombres del Presidente, quienes se supone son los líderes políticos del país y responsables del gobierno.

La primera chapuza es, sin lugar a dudas, el propio memorándum. ¿A quién se le ocurre poner en blanco y negro semejantes ideas? Esas estrategias, públicamente inaceptables, eticamente reprobables y probablemente algunas al borde de la legalidad, no se escriben, escribirlas es dejar pistas; se le dicen al oído al Presidente y a su hermano, en la intimidad de una reunión familiar.

Por otra parte, la sustracción del memorándum de la computadora de la oficina presidencial, lo que refleja es la poca seguridad de la documentación presidencial. En el mundo moderno, con elaborados sistemas de acceso a las computadoras, posibilidades de codificar documentos y otras minucias tecnológicas, ¿Cómo es posible que alguien tenga acceso a documentos presidenciales? Adicionalmente, ¿Quiénes rodean al Presidente? Sin lugar a dudas, debe haber gato casero en la sustracción del documento, en un entorno en donde todo el personal es, o debe ser de confianza. Si se sustrae un documento como la chapuza del vicepresidente y el primo del Presidente, imagínese lo que puede ocurrir con los documentos e información de asuntos de mayor calado que se tramitan en Zapote, algunos de los cuáles seguramente tendrían valor comercial en sectores interesados. Está claro que hay un topo en casa presidencial, como se suele llamar en la jerga del espionaje.

Este asunto no solo involucra al vicepresidente y al primo del Presidente, católico devoto, según su propia afirmación. Como en el caso Watergate, destapado por Woodward y Bernstein en el Washigton Post y luego en su libro “Todos los Hombres del Presidente” parafraseado en el título de éstas líneas, más de uno de los hombres del Presidente sale salpicado. Para empezar, el líder de la campaña del sí, el ex ministro Volio y el ministro de comercio exterior, Marco Vinicio Ruiz, que según la opinión de los autores del memorándum, no han estado a la altura de las circunstancias, para decirlo suavemente. Aquí cabe destacar la poca lealtad de los autores con sus compañeros de lucha, porque la serruchada de piso es notable. A renglón seguido podemos mencionar a diputados, alcaldes y a los dirigentes de Liberación Nacional, que no han sido capaces, según el documento de marras, de dar el do de pecho.

El caso Watergate acorraló al presidente y a sus más cercanos colaboradores, haciéndolos caer uno a uno, incluido el propio Nixon, que con la dignidad que le quedaba se vio obligado a renunciar. En el caso de Zapote, el Kevingate, probablemente todos los hombres del Presidente seguirán en sus puestos, dando discursos sobre ética y valores a nuestros jóvenes estudiantes o haciendo gala de su fervor religioso, señalando con dedo acusador a la garganta profunda que filtró la información a la prensa. Difícilmente se cae alguien del equipo del Presidente, ni como consecuencia del calificativo de incapaces que les endilgan los autores del memorándum, ni para repudiar la penosa acción de sus compañeros de gobierno. Total, en Costa Rica no hay escándalo que dure más de tres días y nuestros políticos, al parecer, tienen la cara más dura que los que rodearon a Nixon. Ojalá me equivocara.

Una aclaración final, quien esto escribe votará a favor del sí el 7 de octubre, porque creo que es la opción que más le conviene al país, a pesar de la torpeza de los hombres del Presidente.