Tuesday, August 12, 2014

La talibanes del PAC


Hay un sector del PAC, a los que podríamos llamar talibanes, que creen que son los guardianes de la fe y la ortodoxia, que determinan quien cumple y quién no, los estándares éticos del PAC y en consecuencia, pretenden ser quienes decidan quienes deben ir a la hoguera de la inquisición, por herejes. El Torquemada de ese grupo es, sin duda, Don Otón Solís, pero hay un número importante de seguidores, tanto en la fracción legislativa como en las filas del partido.

Los dueños de la verdad, no aceptan más que su propia opinión y les vale madre lo que digan las instancias formales del partido y lo que piense el propio Presidente de la República. Un buen ejemplo de ello es lo que se refleja en la noticias de ayer y hoy, sobre la fractura de la fracción legislativa del PAC, por la presencia en su reunión del diputado Morales Zapata.

No importa que el Presidente Solís perdonara al ahora diputado de sus supuestas faltas a las normas éticas del PAC y se hiciera acompañar de Morales, amigo de vieja data, en su gira por la provincia de Guanacaste. Tampoco importa que el Tribunal de Ética del partido absolviera de sospechas al Diputado. No aceptan, los talibanes, que Morales es tan diputado como ellos, electo por su propio partido y designado candidato, a dedo, por su amigo Luis Guillermo. Se resisten a incorporarlo a la fracción del PAC y se constituyen en una fracción separada, con su propio coordinador y vocero. Eso sí, el primero de mayo no pusieron objeciones al voto de Morales para la elección del directorio legislativo.

Parece que pasadas las elecciones, cuando el pueblo soberano les confió la conducción de los asuntos y negocios públicos y los enemigos externos ya no compiten por el poder, las luchas se dan dentro del propio partido, entre hienas, a ver quién se lleva el trozo más grande del poder; sin importar el daño que se le hace al presidente, a su gestión y, en última instancia, al país. ¿Se habrá referido el presidente a los talibanes de su propio partido, cuando hacía mención de los intentos de desestabilización de su gobierno, durante la conferencia de prensa en que anunció la caída de Iván El Terrible?


Sunday, August 10, 2014

El silencio del Presidente


La verdad es que, a mi edad, no me sorprende el barullo que se está produciendo alrededor del presidente Solís por distintos motivos, aún antes de alcanzar los simbólicos cien días de gobierno. En todas partes se cuecen habas y los carroñeros son los primeros en acercarse a la sombra del poder. En consecuencia, por todas partes empiezan a aparecer las grietas en la relación de quién fuera llevado a Zapote en olor de multitudes, con el famoso y cacareado millón trescientos mil; en otras palabras, la luna de miel parece acercarse a su fin.

El escándalo alcanzó su máximo nivel la semana recién concluida. Primero con el destape de los honorarios percibidos por un abogado y dirigente del círculo más íntimo del PAC, por satisfacer requisitos que el TSE no pedía. Luego, por los premios millonarios recibidos por Iván El Terrible, quién además de hablarle al oído a su amigo Luisgui, en la propia casa de cristal adonde dispone de un área de trabajo, prepara los términos de referencia de la consultoría que posteriormente le venderá al gobierno, según decir del propio Iván y del obispo de la presidencia, además de atender sus compromisos con clientes privados, que seguramente no le harán ascos a tener un consultor tan cercano al Presidente.

Las protestas no solo vinieron de la oposición liberacionista ni de los aliados del gobierno, el Frente Amplio y el PUSC, sino del propio seno de la fracción legislativa del gobierno, encarnada en la airada voz de Otón Solís, guardián de la fe y la ortodoxia del PAC, el Pepe Grillo del presidente, quién, con vehemencia, le pidió que expulsara a los mercaderes del templo. La guinda del pastel la puso el día de ayer la Asamblea Nacional del partido de gobierno, que de forma unánime le pide al Presidente sacar a Iván el Terrible de su círculo íntimo, por razones de incompatibilidad con la ética del partido.

Lo que si me sorprende, es el silencio del Presidente mientras arde Troya. Don Luis Guillermo ha hecho mutis por el foro y no ha dicho nada sobre la polémica suscitada a su alrededor; en su lugar el obispo de la presidencia ha intentado apagar las llamas, pero como se suele decir, lo que hizo fue embarrarla. Parece que el Presidente, a pesar de su formación en historia, no aprendió nada de uno de sus antecesores en Zapote, el expresidente Pacheco, quién antes de que las llamas lo alcanzaran, sacaba la tarjeta roja o le daba el abrazo a quien traía la brasa.


En fin, se anuncia que el lunes el Presidente se referirá a estos polémicos temas. Probablemente se verá obligado, tardíamente, a sacrificar al Zar.

Friday, August 01, 2014

El globo sonda de Solís


Parece que la discusión sobre la potestad del presidente de retirar el veto interpuesto a una ley, aprobada por la Asamblea Legislativa, sine die, está servida.

Los medios de prensa se hicieron eco de la iniciativa de Solís para levantar el veto del ex presidente Arias, hace alrededor de cinco años, a la ley que cedía la calle 13 bis a los artesanos. A mí me suena a que el Presidente está utilizando un proyecto inocuo, que incluso puede despertar simpatías entre la población, como un globo sonda, a ver si cuela, para luego usar la misma estrategia con el proyecto que realmente le interesa, la Reforma del Código Procesal Laboral. Esta es la moneda de cambio con el Frente Amplio que, entre otras cosas, le permitió conseguir los votos para que su partido ocupara la presidencia de la Asamblea. Así que Solís está utilizando a los artesanos para preparar el camino.

Las opiniones en medios radiales de algunos juristas, especialistas en derecho constitucional, sostenían mayoritariamente que la iniciativa de Solís parecía inconstitucional. Por una parte argumentaban que la propia Carta Magna fija el procedimiento para sobrepasar el veto, el resello del proyecto por parte de la Asamblea, con una mayoría calificada y por otra parte, que el procedimiento que intenta utilizar Solís crea inseguridad jurídica, ya que permitiría cambiar las condiciones establecidas por el veto, sin importar plazo alguno. Este último argumento tiene mucho sentido para un lego como el que escribe.

Como ocurre a menudo, incluida la duración de la vida ministerial del obispo de la presidencia, probablemente será la Sala Constitucional la que diga la última palabra. Personalmente creo que la Sala IV le ganará dos a cero al Presidente Solís y los humildes artesanos se habrán llevado un alegrón de burro.