No deja de sorprender el sacrificio que hacen algunos políticos para seguir sirviendo al país a pesar de la ingratitud de sus conciudadanos, beneficiarios de esa vocación de servicio. A esos políticos, imbuidos de patriotismo, no les hace mella la maledicencia de los malagradecidos costarricenses a quienes sirven, protegen y representan, ni las infamias que sobre ellos deja caer, un día sí, y otro también, la insidiosa prensa nacional. Todo lo resisten, con paciencia franciscana, con tal de cumplir con su apostolado de servicio.
La vocación se extiende entre los políticos con más rapidez que el virus de la influencia humana H1N1, sobre todo cuando las condiciones son propicias para renovar los sagrados votos de servicio, pobreza y humildad, es decir, cuando empiezan a soplar los vientos electorales y la henchida ubre estatal se apresta a recibir una nueva camada de lactantes, ávidos de saciar su enorme apetito.
Basta con leer la prensa nacional para comprobar las afirmaciones anteriores. Por ejemplo, La Nación de hoy anuncia que la diputada Taitelbaum se apresta a presentarse como candidata a la Defensoría de los Habitantes, aunque para ello tenga que pasar el trago amargo de que sus colegas diputados y los ciudadanos piensen, con retorcida imaginación, que ella se aprovechará de su condición de diputada para darle viabilidad a su candidatura.
La misma edición revela que el exministro Dobles, quién se vio obligado a dejar su puesto por cuestionamientos sobre acciones de su ministerio que beneficiaban empresas a las que está relacionado, incólume en su espíritu de servicio, manifiesta que seguirá representando al país en reuniones internacionales, a las cuales asiste en compañía de algunos de sus antiguos subalternos, con la bendición de su pariente, el Presidente. En días recientes también la prensa reveló que la Ministra de Justicia, contaminada de la vocación de servicio y estimulada por Arias, dejará su cargo para aspirar a una diputación.
La lista no termina ahí, son muchos los que componen esa legión de servidores de la patria. El exdiputado Villanueva, heredero de la vocación familiar, se prepara para volver a Cuesta de Moras y sigue sus pasos Fabio Molina, después de sacrificarse por el país desde el cargo de Presidente Ejecutivo del IFAM. Similar aspiración tienen otros políticos como la exdiputada Alicia Fournier o el Ministro Guillermo Zúñiga. Seguro que aún me quedo corto, pues el Presidente Arias reconoció que espera más bajas en su gabinete.
Todo parece indicar que el arismo seguirá por otros cuatro años sosteniendo las riendas del poder, sin Arias en el pedestal, pero proyectando su poderosa sombra desde bambalinas, mientras se prepara, probablemente, el retorno del otro Arias a Zapote en el 2014.
Los ticos no debemos preocuparnos, hay una pléyade de servidores públicos dispuestos a sacrificarse por nosotros. Tampoco debemos ser malagradecidos ni denostar a quienes, siguiendo su vocación, asumen un apostolado de servicio, a pesar de la incomprensión de sus conciudadanos.
Confieso que de los políticos que mencione hay uno que me inspira confianza, que en medio de la crisis ha demostrado su buen hacer, que goza de un elevado prestigio académico y al que el ejercicio del poder parece no haberle subido los humos a la cabeza, el Ministro Guillermo Zúñiga.
Se avecina el momento de tomar decisiones electorales y las alternativas no son muy amplias. Probablemente y a pesar de lo dicho, volveré a respaldar la propuesta del arismo sin Arias para la presidencia de la República, no me gusta nada la alternativa integrista de los ayatolas del PAC y muchísimo menos el cuestionado candidato protagonista del escándalo Caja-Fishel.
Para las elecciones de diputados y munícipes, ya veremos.
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