La
verdad es que tengo abandonado mi Blog desde hace bastante tiempo, desde el 03
de marzo del 2013, para ser preciso. No es que faltaran temas que llamaran mi
atención, pero estaba en otras cosas y la flojera pesaba más que las ganas de
escribir lo que pensaba. Solo para citar algunas cosas, el viaje de Laura en
avión privado, la renuncia de Rodrigo Arias a su precandidatura, el famoso
¡Contráteme!, la repetitiva renuncia del Dr. Hernández, tan repetitiva como las
malas noticias de la mortalidad asociada a la cirugía cardiaca en el Hospital
de Niños, las novedades y vaivenes de la campaña, los resultados electorales y
la huida, como el león Melquiades, de Johnny.
Hoy domingo, me levante temprano, probablemente debido a que conforme
acumulamos juventud necesitamos menos horas de sueño y un correo electrónico me
“pico” las ganas de volver al Blog. Se trata de un correo que circula por ahí, titulado
“JONNHY ARAYAY LA TRETA DEL CABALLO DE TROYA”, que propone que la renuncia de Johnny no es más que un truco para
desmovilizar al electorado opositor e intentar, como el Cid Campeador, ganar
una batalla a título póstumo.
Me parece que la tesis es un poco paranoica. La salida de Araya del ruedo es simplemente el capítulo
final de un proceso en el que el Partido Liberación propuso un candidato que no
motivaba ni siquiera a muchos de los propios liberacionistas, incluido el
suscrito, aspirando a un tercer mandato consecutivo y cargando con el fardo de
lo que Oscar Arias llamó “la peor administración desde la llegada de Juan de
Cavallón”. Todo eso adobado con una campaña desastrosa en los medios, la
ausencia a debates importantes, una inesperada derrota en primera ronda, las
encuestas vaticinando una peor en la segunda ronda y las arcas vacías.
Sin
embargo el correo evidencia que la explicación del párrafo anterior no es la
única posible, así que me pregunté ¿Qué otra explicación podría tener? Bueno,
cayendo en el delirio conspiratorio se me ocurre otra: es posible que los
grandes grupos de interés, viendo peligrar sus intereses ante la renuncia de
Rodrigo Arias a su precandidatura y la posición más cercana a los principios
socialdemócratas de Johnny, decidieran, efectivamente, meter un Caballo de
Troya, pero entonces ¿Quién es el Caballo de Troya?
Evidentemente
los Arias no apoyaron la campaña del partido que los llevó al poder en dos
ocasiones, por lo que Johnny no era su ficha para el manejo del poder en el
próximo periodo, por el contrario, le volaron leño. Otra posibilidad es que sea
el mismo Luis Guillermo Solís, quien llegó a la función pública de la mano de
Oscar Arias y fue Secretario General de Liberación. La noche del 2 de febrero, el
que se suponía, según las encuestas, que sería uno de los contendientes en la
segunda ronda, el Diputado Villalta, decía, con referencia al triunfo de Solís,
que la diferencia entre quienes irían a la segunda vuelta electoral era que uno
representaba a la derecha que robaba y el otro a la derecha que no robaba,
sugiriendo que Solís representaba, también, a grandes grupos de interés.
Me
parece que la explicación a la que hice referencia primero es la más verosímil,
pero las otras explicaciones también son posibles, ¿Cierto? Aquí lo que parece más inteligente es aplicar el principio de parsimonia o navaja de Ockham, es decir, "en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta".
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