Hoy pasé por debajo del puente elevado en las cercanías de Radio Monumental, allí había instalado un puesto de una empresa del sector del plástico y una cuadrilla de personas, supongo que con el corazón inflamado de patriotismo, repartiendo banderas de Costa Rica, sin costo alguno y sin límite en el número. Supongo que la empresa quería demostrar su fervor patriótico en momentos en los que el país se enfrenta, nuevamente, a un conflicto con nuestros vecinos del norte.
Esa es solo una de las expresiones de patriotismo que han surgido en los últimos días, que se une a múltiples correos electrónicos y otras formas de expresión. Cuando me ofrecieron la bandera, pregunté si no tenían también una de Nicaragua, porque me parecía que las dos banderas juntas serían un mensaje de fraternidad, paz, neutralidad. El tipo que me ofrecía la bandera me miró con gesto sorprendido y abandonó su intento de exaltar mi patriotismo.
Por supuesto que no minimizo la gravedad del problema que enfrenta nuestro país con Nicaragua, pero no creo que exacerbar el patriotismo sea el camino correcto. De eso a promover actitudes xenofóbicas solo hay un pequeño paso. Creo que la actitud correcta es la que ha seguido el gobierno presidido por Doña Laura Chinchilla, firmeza y diplomacia, respeto entre los pueblos.
A los ciudadanos nos corresponde unirnos en torno al gobierno y apoyar sus iniciativas. Un buen ejemplo es la posición de Ottón Solís, en su artículo de hoy en La Nación (http://www.nacion.com/2010-11-15/Opinion/PaginaQuince/Opinion2590326.aspx), o la de los ex presidentes Monge y Pacheco, en la conferencia de prensa después de su reunión con la Sra. Presidenta. Aunque no dejó de sorprenderme el cambio de Don Abel hacia el pacifismo y las vías diplomáticas para la resolución de conflictos, el mismo Don Abel que nos metió en la lista de aliados de los Estados Unidos de América en la guerra contra Irak, a contrapelo del derecho internacional, el mismo que invadió, con tropas somocistas, el territorio nacional en 1955. Como diría mi abuela, ¡Bendito sea Dios!
Creo que apoyar al gobierno en su planteamiento para resolver el problema es la forma adecuada de encauzar el patriotismo, no echándole leña al fuego. Después de negarme a recibir la bandera, me preguntaba: ¿La “patriótica” empresa que regalaba banderas, pagará “patrióticamente” todos sus impuestos?
2 comments:
Lejos de fomentar reacciones airadas en el comportamiento de mis coterráneos, me dedico a observar la situación y dejo en manos del gobierno el manejo de esta situación, con ello no quiero decir que nos quedemos brazos cruzados, pero coincido con usted, la diplomacia, la firmeza y el respeto a los pueblos son el instrumento principal que dará razón a los que lo tengan y no a los de pecho inflamado que lejos de ser patriotas son aprovechadores del momento que en que viven nuestros países centroamericanos.
Desde España, me sorprende (no se si favorablemente o no) la tranquilidad con que se toman (Usted y "El Crítico) el tema.
No me toca meterme en camisa de once varas, pero si yo fuera costaricense me sentiría un tanto preocupada.
Costa Rica es desde aquí la Suiza de Hispanoamérica: un lugar donde la democracia es ley desde hace generaciones...
...no estoy tan segura que los países que la rodean quieran que siga siéndolo.
Desde aquí todo mi apoyo a su país, a sus dirigentes y a sus ciudadanos.
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