Pero no nos engañemos, la iniciativa no es una
ocurrencia estratégica del Vice Ministro de Comunicaciones y su recua de
abogados, responsables de la redacción de la propuesta. La intención de limitar
la libertad de prensa y el acceso a la información están en el ADN del
gobierno, del partido de gobierno y de algunos de sus aliados; sino veamos algunos
botones de muestra.
No hace mucho Don Luis Guillermo se quejó de que
era víctima del acoso mediático y pocos días después manifestó la necesidad de
un debate nacional sobre la ética periodística; su mano izquierda, el Obispo de
la Presidencia, afirmó que el escándalo en que se vio implicado su Viceministro
y la Procuradora era una creación periodística y la presidenta del PAC en ese
momento, habló de sicariato de algunos periodistas y conmino a todos a sabotear
a los medios que no compartían la visión del gobierno.
Ahí no termina la cosa, son varios los recursos
acogidos por la Sala Constitucional contra el ejecutivo y el directorio legislativo
por coartar el libre acceso a la información. Uno de los miembros del
directorio legislativo, aliado del gobierno, propuso que el gobierno comprara
medios de comunicación. De todo lo anterior se desprende que el proyecto de “ley
mordaza” no es una iniciativa aislada, sino un eslabón más para encadenar la
libertad de prensa y el acceso a la información. Claro, los amigos del gobierno
pueden decir que esta es una visión conspiranoica, como ya se lo dijo el
Diputado Morales Zapata al Diputado Mario Arredondo, en el plenario.
Otra cosa que revela la iniciativa es el estilo de
gobierno imperante; por una parte se confirma la descoordinación existente
entre las distintas instancias de gobierno, por un lado va el MICIT y por otro
la Presidencia, descoordinación que no es ninguna novedad, basta con recordar,
por ejemplo, las veces en que el Presidente ha salido a enmendarle la plana al
Obispo de la Presidencia. El estilo del gobierno, además de la descoordinación,
se caracteriza por el método del “ensayo y error” (prefiero llamarlo “tonteo y
error”), propio de personas o equipos inexpertos, sin capacidad para
desarrollar adecuadamente las tareas de las que son responsables. A raíz de este
caso, se podría decir que este es un gobierno de borradores.
El borrador de ley mordaza también revela que se
pretendía ningunear al Poder Judicial, en lo que a la aplicación de sanciones a
los medios se refiere. Está claro que nuestra legislación contempla sanciones
para medios o personas que violenten la libertad de prensa, el acceso a la
información, el honor y la imagen de personas u organizaciones; en fin, se
puede decir lo que se quiera y como se quiera, pero quién lo dice es
responsable de las consecuencias. Esa responsabilidad deberá ser declarada por
un juez, no por la administración, como pretendía el documento del gobierno. Si
fuera conspiranoico diría que se quería construir un estado paralelo.
En fin, parece que a casi un año de ejercicio del
poder, el gobierno está alcanzando la madurez,
pero no en el sentido de haber logrado el nivel de prudencia y sensatez asociado
al término, sino por su similitud con el gobierno venezolano en la visión del
papel de los medios de comunicación.
1 comment:
Empezando el gobierno un funcionario del Estadio Nacional filtró a la prensa una foto de un boquete que le estaban abriendo a una de las paredes de las graderías.
La Ministra de Cultura en vez de sancionar a los funcionarios que hicieron tal adefesio, solicitó que buscaran al que filtró la foto para sancionarlo y prohibió dar declaraciones a la prensa, y le echaron tierra. Esta es la "transparencia" que tanto pregona el PAC-FA.
Jorge
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