Sunday, March 03, 2013


El matrimonio entre homosexuales y la supervivencia de la especie

En el periódico digital español “El Mundo” del día de hoy, se recogen las declaraciones del Ministro del Interior de ese país, oponiéndose al matrimonio entre personas del mismo sexo (http://www.elmundo.es/elmundo/2013/03/03/espana/1362317326.html). El Justo Orozco versión española, no alega razones religiosas, sino que esgrime lo que él llama “argumentos racionales”, entre ellos, que con este tipo de matrimonios la supervivencia de la especie no está garantizada.

Menudo argumento, en un planeta sobrepoblado. Lo que no dice el ministro, es que con ese mismo argumento, habría que oponerse  a la formación de sacerdotes y monjas, ya que los mismos están obligados, por sus votos, al celibato y por lo tanto, no contribuirían a la supervivencia de la especie. Eso es en teoría, porque  ya sabemos que muchos de ellos sucumben a las debilidades de la carne, en grado tal, que el propio Ratzinger, no pudo seguir tapando el asunto, como sus predecesores.

También se justificaría, según la línea argumental del ministro, imponer una multa a quienes superen la edad reproductiva sin haber dejado descendientes, así que los jóvenes españoles, aparte de sufrir una enorme tasa de desempleo, podrían ver agravada su situación económica, si no atienden el mandato divino de “creced y multiplicaos”. Esto también tendría ventajas políticas para el gobierno, ya que los jóvenes, muchos de ellos indignados militantes, dejarían de protestar en las calles para poder multiplicarse en las camas.

La especie que no parece estar en vías de extinción es la de Justo Orozco.

Saturday, January 12, 2013

Los 87 diputados de la comisión de notables

Recientemente se han conocido 3 de las propuestas de la llamada comisión de notables, encargados de proponer medidas para mejorar la gobernabilidad de este circo que tenemos como país. Entre ellas, dos que han levantado roncha, la primera incrementar en 30 el número de diputados y otra, permitir la reelección sucesiva e ilimitada de los mismos.

De inmediato han surgido voces críticas y oposición a las mismas, sin que, creo yo, se conozcan los argumentos de los proponentes. A mí me llama la atención que la prensa se hiciera eco de éstas propuestas, y no de otras que seguramente gozarán de mayor simpatía. Me imagino que la razón tiene que ver con el llamado “rating” y los niveles de venta. Por otra parte, me parece raro que gente tan inteligente y destacada como la que forma la famosa comisión de notables, hiciera estas propuestas, a todas luces impopulares, así que supongo que habrán tenido razones de peso para hacerlas.

Como aún no conozco las razones de la comisión no me queda más que hacer supuestos. En primera instancia, un incremento en el número de diputados probablemente contribuya a mejorar la representatividad territorial, tema del que se quejan los habitantes de cantones pequeños, cuya representación suele quedar en manos de cantones de mayor peso electoral. Por otra parte, es posible que con más diputados se incremente la probabilidad de que salgan electos candidatos de partidos minoritarios, que por ejemplo, en elecciones bajo el actual sistema, no alcanzan el cociente o subcociente. En otras palabras, si uno se pone a pensar, alguna ventaja debe tener la propuesta.

Sobre la reelección sucesiva e ilimitada, me parece que hay un asunto de principio; tiene que ver con la libertad individual de elegir y ser electo. En lo personal, convencido de que a la libertad individual no se le debe restringir más allá de los roces con la libertad individual de los demás, me parece que es una propuesta interesante. Preferiría tener a algunos diputados repitiendo en su curul que verse en manos de algunos especímenes de los que abundan en la actual asamblea. Por supuesto que a esas propuestas deberían agregarse otras relativas a la forma de elección, de manera que el ciudadano pueda realmente escoger a sus representantes y no verse obligados a votar por una lista, como cuando se negocia una recua.

En fin, creo que lo prudente es esperar a conocer las razones que sustentan las propuestas de la comisión de notables, antes de “horrorizarse”, como lo hace el diputado Molina, seguramente preocupado por los nubarrones que aparecen en su futuro político a raíz de la espantada que se pegó su señor, el ex precandidato Arias.