La chanchada de Otón
El periódico La Nación y otros medios se hicieron eco de la noticia del accidente que sufrió Don Otón Solís, líder y padre fundador del PAC y progenitor del matrimonio contra natura que tiene el plan fiscal en discusión. Según se desprende de las declaraciones del propio Don Otón, sufrió una caída cuando se disponía a matar un chancho, lo que le produjo una contusión en el cráneo y una pasajera inconsciencia (real, no política) de la que se recuperó prontamente. Celebramos que el accidente no pasara a más y que tengamos un político peleón para rato, aunque generalmente no esté de acuerdo con el.
Sin embargo, de la chanchada de Don Otón se pueden sacar algunas conclusiones. La primera y más evidente, es que es un hombre de cabeza dura; eso ya lo sabíamos por su comportamiento en la política nacional, adonde su terquedad y obstinación son harto conocidas, sin embargo ahora tenemos mayor evidencia.
Otra conclusión es que a pesar de su cacareado discurso ético, don Otón tiene, como todo ser humano, sus debilidades, y a veces, se salta la norma (¿o debería decir la ley?). Así es. Seguro que el pobre marrano, víctima de Don Otón, fue sacrificado de forma tal que no se cumplió con lo que establece el Sistema Nacional de Salud Animal al respecto, todo por la afición de Don Otón, que comparto, a los chicharrones, el frito, la morcilla, los tamales y otras sabrosuras que provienen del suino. Lo que no sabemos es si a Don Otón también le gusta el chorizo, tan popular entre los políticos.
Todavía se puede especular sobre otro límite que seguro Don Otón romperá en los próximos días, el que le estableció su médico con respecto al consumo de lípidos, de lo contrario, el cerdo habrá muerto en vano, antecediendo probablemente, al plan fiscal, hijo adoptivo de Don Otón, que probablemente tenga el mismo destino del marrano, la muerte, pero sin las sabrosas consecuencias de aquel.
En conclusión, queda demostrado que hay tentaciones a las cuales Don Otón no puede, ni quiere, resistirse, que lo llevan incluso, a incumplir la normativa.
Tuesday, December 20, 2011
Monday, June 20, 2011
Manda güevo, … y de ganso
Hasta la Sra. Ministra de Trabajo reconoció en estos días, en el programa radial Nuestra Voz, que la fórmula para el cálculo de los mal llamados incrementos salariales era injusta, entre otras cosas porque reconoce la inflación oficial con un semestre de retraso. Dicho en otras palabras, el salario, en términos reales, ha ido perdiendo el poder adquisitivo y según la Ministra, la cartera a su cargo debería tomar medidas para corregir este problema que perjudica, exclusivamente, a los asalariados.
Por ello me llamó la atención la noticia (http://www.nacion.com/2011-06-20/ElPais/Salarios-de-sector-privado-subiran-2-55.aspx) de que el Consejo Nacional de Salarios fijó un “aumento” del 2.55%. Lo inaudito de la noticia no es la pequeña magnitud, sino el hecho de que el gobierno aprobara un incremento menor al que propuso el sector patronal.
Es decir que un gobierno que se llena la boca hablando de la lucha contra la pobreza, de proyectos sociales, de las redes de cuido y no sé cuántos otros cantos de sirena, aprueba un incremento menor al que los que tienen que rascarse la bolsa para pagarlo, estaban dispuestos a cubrir. En esas circunstancias lo que cabe decirle al gobierno es el dicho aquel de “no me ayudes compadre” o aquel otro, “con amigos así, para que quiero enemigos”.
Como se decía en los tiempos en que el suscrito era joven, manda güevo, y … de ganso.
Por ello me llamó la atención la noticia (http://www.nacion.com/2011-06-20/ElPais/Salarios-de-sector-privado-subiran-2-55.aspx) de que el Consejo Nacional de Salarios fijó un “aumento” del 2.55%. Lo inaudito de la noticia no es la pequeña magnitud, sino el hecho de que el gobierno aprobara un incremento menor al que propuso el sector patronal.
Es decir que un gobierno que se llena la boca hablando de la lucha contra la pobreza, de proyectos sociales, de las redes de cuido y no sé cuántos otros cantos de sirena, aprueba un incremento menor al que los que tienen que rascarse la bolsa para pagarlo, estaban dispuestos a cubrir. En esas circunstancias lo que cabe decirle al gobierno es el dicho aquel de “no me ayudes compadre” o aquel otro, “con amigos así, para que quiero enemigos”.
Como se decía en los tiempos en que el suscrito era joven, manda güevo, y … de ganso.
Sunday, May 08, 2011
Lo que muchos piensan y los chapines se atreven a decir (Los políticos son una mierda...)
Hace un par de semanas estuve en Guatemala por razones de trabajo. Las ciudades y pueblos, además de las carreteras, están llenas de grafitis y vallas propagandísticas de los partidos políticos, para las elecciones que se realizarán este mismo año. En la carretera interamericana, en el trecho que comunica a la Ciudad de Guatemala con Quetzaltenengo, pude ver varias veces una valla que llamó mi atención y cuya fotografía ilustra este “post”, con un texto que expresa, con toda claridad, la opinión de algunos ciudadanos sobre los políticos, aunque el texto, por supuesto, no es políticamente correcto.
“Los políticos son una mierda, ya estamos hartos” reza la valla, que no omite decir quiénes son los responsables, un tal “Movimiento de Integración” que además suministra un número de teléfono y una dirección de correo electrónico. El texto me puso a pensar si los responsables tenían razón. Traducido a un lenguaje más apropiado para ojos u oídos sensibles, que no es mi caso, podría interpretarse como “los políticos no sirven para nada (o para poco), estamos hartos”. Creo que muchos ciudadanos y no solo los chapines, estamos de acuerdo, en algún grado, con el mensaje de la valla. En general los políticos quedan muy lejos de satisfacer las expectativas que los ciudadanos ponemos en ellos, aunque entiendo que muchas veces aquellas están sobredimensionadas.
Regresé de Guatemala el primero de mayo, temprano por la mañana, a tiempo para ver el espectáculo que nos ofrecieron los diputados en la Asamblea Legislativa. Liberación, por una parte, modificando la forma de elegir el directorio, ejerciendo presiones sobre los diputados de oposición e intentando obtener votos de diputados opositores a cambio de favores políticos, por darle un nombre decente. La oposición, por otra parte, vigilando a sus propios diputados, cambiando curules, usando tientas de distinto color, en el mejor estilo estalinista o, mejor aún, en el mejor estilo de Otón, sin la menor confianza entre aliados.
Poca vida le veo a la llamada “Alianza por Costa Rica”, si no son capaces de confiar en la lealtad de sus propios diputados a los acuerdos alcanzados para la elección del directorio, como podemos confiar los ciudadanos en ellos y en su alianza. Ese matrimonio por conveniencia se romperá, más temprano que tarde, cuando se discutan proyectos tan importantes como la ley de electricidad, en donde las posiciones neoliberales de los libertarios son totalmente incompatibles con la visión estatista del PAC.
El espectáculo de los diputados durante la primera semana de mayo me afirmó en la idea de que los autores de la valla chapina tienen bastante razón.
“Los políticos son una mierda, ya estamos hartos” reza la valla, que no omite decir quiénes son los responsables, un tal “Movimiento de Integración” que además suministra un número de teléfono y una dirección de correo electrónico. El texto me puso a pensar si los responsables tenían razón. Traducido a un lenguaje más apropiado para ojos u oídos sensibles, que no es mi caso, podría interpretarse como “los políticos no sirven para nada (o para poco), estamos hartos”. Creo que muchos ciudadanos y no solo los chapines, estamos de acuerdo, en algún grado, con el mensaje de la valla. En general los políticos quedan muy lejos de satisfacer las expectativas que los ciudadanos ponemos en ellos, aunque entiendo que muchas veces aquellas están sobredimensionadas.
Regresé de Guatemala el primero de mayo, temprano por la mañana, a tiempo para ver el espectáculo que nos ofrecieron los diputados en la Asamblea Legislativa. Liberación, por una parte, modificando la forma de elegir el directorio, ejerciendo presiones sobre los diputados de oposición e intentando obtener votos de diputados opositores a cambio de favores políticos, por darle un nombre decente. La oposición, por otra parte, vigilando a sus propios diputados, cambiando curules, usando tientas de distinto color, en el mejor estilo estalinista o, mejor aún, en el mejor estilo de Otón, sin la menor confianza entre aliados.
Poca vida le veo a la llamada “Alianza por Costa Rica”, si no son capaces de confiar en la lealtad de sus propios diputados a los acuerdos alcanzados para la elección del directorio, como podemos confiar los ciudadanos en ellos y en su alianza. Ese matrimonio por conveniencia se romperá, más temprano que tarde, cuando se discutan proyectos tan importantes como la ley de electricidad, en donde las posiciones neoliberales de los libertarios son totalmente incompatibles con la visión estatista del PAC.
El espectáculo de los diputados durante la primera semana de mayo me afirmó en la idea de que los autores de la valla chapina tienen bastante razón.
Saturday, January 15, 2011
La presidenta en su laberinto
La sorpresiva renuncia del diputado Zúñiga, aún sin concretarse, y las razones esgrimidas, reflejan el laberinto en que se encuentra la Señora Presidenta. La presidenta pudo acceder a la candidatura por Liberación Nacional gracias al apoyo del entonces presidente Arias y de sus numerosos aliados, tanto en la estructura del partido como de los votantes del mismo. No hay duda de que sin ese apoyo probablemente la historia sería distinta y que el mismo condicionó, en mayor o menor grado, a la futura presidenta.
Por supuesto, no hay almuerzo gratis, mucho menos si están los Arias de por medio. Eso se hizo evidente desde la selección de los candidatos a diputados, en donde el arismo logro colocar fichas claves y alzarse con una importante cuota de poder, que aún mantiene, en la Asamblea Legislativa. Posteriormente, en la designación del gabinete, con una amplia participación de “los hombres (y las mujeres) del (ex)presidente” se fortaleció la presencia e influencia de los Arias. El cerco continuó estrechándose con los resultados de las elecciones municipales, en donde Liberación Nacional y los Arias lograron una aplastante mayoría.
Así que el laberinto de la presidenta no solo está lleno de vericuetos en su relación con los partidos de oposición, sino que debe jugar con la división y grupos de poder de la propia fracción del partido que la llevó al poder. En esas condiciones se necesita un gran liderazgo y dotes de negociación que la Sra. Presidenta no ha mostrado suficientemente. Su destino, si quiere sacar su programa de gobierno adelante, pasa por convivir y negociar el poder con los Arias y generar alianzas coyunturales con los partidos de oposición. Un referente distante de lo que se requiere podría ser el gobierno de Oduber, que gobernó con una minoría en la Asamblea, a pesar de lo cual sacó adelante su proyecto.
La salida de Zúñiga, connotado economista, ex Ministro de Hacienda y elegido a dedo como candidato a diputado nacional por la Sra. Chinchilla, alegando que fue ignorado en la formulación del proyecto de reforma fiscal que impulsa el ejecutivo y que, para mayor abundancia, no comparte aspectos esenciales del mismo, parece un error de bulto, o al menos un claro síntoma de enfrentamiento con el arismo. No tiene lógica ignorar en la formulación del proyecto a un conocedor de la materia, que además debería ser el líder y abanderado de su defensa en la Asamblea Legislativa.
Quizás la única ventaja con la que juega la Sra. Presidenta en este ajedrez político, es el interés, para la anunciada candidatura de Rodrigo Arias, de que el gobierno de Chinchilla resulte exitoso y de esa manera apuntalar el tercer triunfo consecutivo de Liberación y el arismo. Por eso, la Sra. Presidenta debe usar todas sus dotes de liderazgo para intentar la convivencia política con los Arias y desarrollar alianzas con los partidos de oposición, lo que será más complicado conforme se acerque la próxima campaña electoral.
Veremos qué pasa en los próximos días. Si se concreta la renuncia de Zúñiga será una evidencia más del cruento enfrentamiento entre el gobierno y los Arias. Si por el contrario, Zúñiga da marcha atrás por iniciativa de estos, quedará clarísimo quienes son los titiriteros que mueven los hilos.
Por supuesto, no hay almuerzo gratis, mucho menos si están los Arias de por medio. Eso se hizo evidente desde la selección de los candidatos a diputados, en donde el arismo logro colocar fichas claves y alzarse con una importante cuota de poder, que aún mantiene, en la Asamblea Legislativa. Posteriormente, en la designación del gabinete, con una amplia participación de “los hombres (y las mujeres) del (ex)presidente” se fortaleció la presencia e influencia de los Arias. El cerco continuó estrechándose con los resultados de las elecciones municipales, en donde Liberación Nacional y los Arias lograron una aplastante mayoría.
Así que el laberinto de la presidenta no solo está lleno de vericuetos en su relación con los partidos de oposición, sino que debe jugar con la división y grupos de poder de la propia fracción del partido que la llevó al poder. En esas condiciones se necesita un gran liderazgo y dotes de negociación que la Sra. Presidenta no ha mostrado suficientemente. Su destino, si quiere sacar su programa de gobierno adelante, pasa por convivir y negociar el poder con los Arias y generar alianzas coyunturales con los partidos de oposición. Un referente distante de lo que se requiere podría ser el gobierno de Oduber, que gobernó con una minoría en la Asamblea, a pesar de lo cual sacó adelante su proyecto.
La salida de Zúñiga, connotado economista, ex Ministro de Hacienda y elegido a dedo como candidato a diputado nacional por la Sra. Chinchilla, alegando que fue ignorado en la formulación del proyecto de reforma fiscal que impulsa el ejecutivo y que, para mayor abundancia, no comparte aspectos esenciales del mismo, parece un error de bulto, o al menos un claro síntoma de enfrentamiento con el arismo. No tiene lógica ignorar en la formulación del proyecto a un conocedor de la materia, que además debería ser el líder y abanderado de su defensa en la Asamblea Legislativa.
Quizás la única ventaja con la que juega la Sra. Presidenta en este ajedrez político, es el interés, para la anunciada candidatura de Rodrigo Arias, de que el gobierno de Chinchilla resulte exitoso y de esa manera apuntalar el tercer triunfo consecutivo de Liberación y el arismo. Por eso, la Sra. Presidenta debe usar todas sus dotes de liderazgo para intentar la convivencia política con los Arias y desarrollar alianzas con los partidos de oposición, lo que será más complicado conforme se acerque la próxima campaña electoral.
Veremos qué pasa en los próximos días. Si se concreta la renuncia de Zúñiga será una evidencia más del cruento enfrentamiento entre el gobierno y los Arias. Si por el contrario, Zúñiga da marcha atrás por iniciativa de estos, quedará clarísimo quienes son los titiriteros que mueven los hilos.
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